Pese a que no solemos, desgraciadamente, comentar productos "independientes", vamos a echar un vistazo a un juego que no es de ninguna casa grande pero que resulta ciertamente espectacular, tanto desde el punto de vista gráfico como adictivo.

En efecto, DemonStar es todo un señor "mata - marcianos". El juego, incorpora todos y cada uno de los ingredientes que han hecho grande a clásicos de este género pero, eso sí, aportando su propio estilo. El producto es adictivo desde el primer contacto ya que ofrece una dificultad muy bien medida (cosa que no suele ser habitual en este género), así como una toma de contacto cómoda, para cualquier tipo de jugador (novel o experimentado).

El desarrollo del producto parte de una historia más que pobre pero que sirve, como siempre en este tipo de juegos, de pretexto perfecto para poder comenzar a jugar. El argumento viene a ponernos en la piel de un piloto del modelo RaptorX que es un prototipo de la flota terrestre. Este modelo de nave, que incorpora la última tecnología militar, ha sido casi eliminado por la flota enemiga Xidus que, conociendo la base en la que se encontraba la totalidad de las naves recién creadas, lanzó un ataque sorpresa destruyendo todos y cada uno de los modelos salvo, cómo no, uno; el que deberás de manejar tú para destruir a la armada de Xidus y la base DemonStar que ésta está construyendo.

Este argumento, que ni siquiera es presentado al jugador (a no ser que éste se lea la documentación), pasa totalmente por alto nada más arrancar la partida. Todos y cada uno de los detalles que esperas en un shoot'em up están puestos en práctica: gran variedad de enemigos, diferentes tipos de armas que recoges al destruir a ciertos adversarios, naves finales de fase, bombas, acción sin respiro...

Los típicos enemigos final de fase no faltarán.

Nos encontraremos hasta con campos de asteroides.

DemonStar basa todo su potencial en la enorme jugabilidad que posee. No aporta ninguna idea nueva pero, al beber de los clásicos shoot'em up de la época de los 8 y 16 bits, enciende la vena nostálgica que te hacía jugar una y otra vez a aquellos fabulosos juegos.

El juego ofrece escenarios variados y un buen diseño en general.

Los pequeños detalles es lo que diferencia a los grandes juegos de los que se quedan sólo en el intento. DemonStar tiente todos los detalles que se esperan de un juego moderno. Grandes posibilidades de configuración de la pantalla de juego (se puede jugar en pantalla completa o bien en dos tamaños de ventana), posibilidad de cambiar el modo de dificultad (sin que la más difícil sea imposible) o posibilidad de jugar dos jugadores sobre un mismo ordenador o de juego en red creándonos nuestro propio piloto. Y todo ello, aderezado con una calidad técnica fuera de toda duda, unos gráficos profesionales y una música excelente.

La versión a la que he podido jugar ha sido la shareware. La edición completa promete, además, posibilidad de crear escenarios y, obviamente, mucha mayor cantidad de armas y enemigos.

Antes de que penséis que todo este trabajo corresponde a una gran casa de desarrollo, decir que no. Se trata de un producto que viene de un grupo de desarrollo independiente norteamericano; "Mountain King Studios Inc" (www.mking.com) y ha sido desarrollado por tres personas nada más; un programador y grafista, un diseñador de niveles y un músico. Productos como éste, demuestran que no hace falta reunir a "gurús" para hacer grandes juegos.

Quizás, la única pega que se le pueda poner, es que a veces da la impresión de que hay un retardo en el control vía teclado que acaba con un pitido y con un instante en el que se paraliza la pantalla. Este es el único detalle que se puede reprochar al producto.