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Artículo realizado por
Fernando Rodríguez.
Creando un fanzine
En este artículo voy a intentar plasmar una serie de puntos que deberían de considerarse a la hora de crear un fanzine. Espero que mi experiencia (humilde experiencia), en el trabajo realizado en común con todo el equipo de Macedonia, pueda servir a alguien interesado en iniciar un fanzine.
Aspectos previos.
El primer gran paso que hay que dar es el de decidirse a crear la revista de una forma seria y constante. Es normal que, una vez que pasan los primeros momentos de "emoción" y llegan los de trabajo "a fondo", a uno se le vayan quitando las ganas de meterse en este maravilloso lío. Para qué nos vamos a engañar, la creación de un fanzine, lo que son los tres o cuatro primeros meses (si se logra llegar a ellos), llevan consigo un trabajo ingente (realmente sí quita mucho tiempo). Después, una vez cogido el ritmo, es más fácil pasar por alto todo el sacrificio a realizar porque las tareas dedicadas a la publicación pasan a formar parte de tu rutina diaria.
Un factor muy importante es el referente a las personas que van a estar detrás de ese primer y básico número. Lo normal es que siempre haya como máximo una o dos que tengan la iniciativa. Excepcionalmente, puede existir más gente metida o incluso ser un grupo el responsable, pero no suele ser lo habitual. En cualquier caso, es muy importante que siempre se trabaje bajo la referencia de una persona que actúe de coordinador general. Más tarde, cuando el fanzine crezca, se deberá de pensar en dejar las secciones coordinadas por personas muy ligadas a lo que ha sido la maduración de la revista (coordinadores de sección) para que, junto al director, trabajen en un área en exclusiva. Si alguien no trabaja a la altura de las circunstancias, al existir una organización, pronto se verá y se podrá actuar en consecuencia. Lógicamente, el comienzo será muy duro y el creador, o los creadores, deberán de "tirar del carro" solos.
Hay que huir de los fanzines personalistas.
Es perfectamente comprensible que en el primer número del fanzine os veáis como los verdaderos héroes de la "faena" y queráis resaltar muy bien y muy claro vuestros nombres, nicks o demás historias. Pues bien, queda muchísimo mejor que vuestra identificación sólo aparezcan ligada a los artículos que escribís y en una sección destinada a ello (la de créditos). No es bueno que creéis rótulos gigantescos con vuestros nombres o que pongáis vuestras fotos cada dos por tres o que contéis vuestras vidas en un "rincón personal". Sed humildes y no vayáis de "súper máquinas" (o "súper fantasmas") pues, a fin de cuentas, un fanzine no puede salir adelante sin un grupo que esté trabajando como una sola persona. Y esto mismo se puede aplicar al nombre de la publicación. No hay que llamarla del mismo modo que a tú nick o por el nombre del grupo que la ha creado ya que darás un carácter cerrado a la misma. Lo que puede ser un trabajo más o menos soportable (por los escasos fundadores) en la primera edición, puede pasar a ser algo horrible en la segunda y difícilmente se llegará a la tercera si no existe más gente que se anime a colaborar. Es vital que los nuevos miembros que vayan entrando se sientan como parte integrante de la revista, que vean cómo su nombre sale tanto en los artículos como en los créditos, que no se dé más importancia a unos que a otros de buenas a primeras.
Estructuración y secciones iniciales.
La primera de las cosas a tener en cuenta versa sobre el contenido del fanzine, es decir, hay que decantarse sobre uno o varios temas que se consideren interesantes, tengan algún tipo de nexo y que, por supuesto, se dominen moderadamente bien. Una vez elegido el campo sobre el que trabajar, se ha de establecer una serie de secciones básicas en las que ir alojando los artículos. Por experiencia, es mejor crear pocas secciones con un buen número de artículos que crear muchas y dejarlas con muy poco o nulo material. No es recomendable poner secciones y que cuando nuestros lectores vayan a entrar se encuentren con un texto que les diga "Esperamos vuestras aportaciones". Lo importante es que el primer número de la revista dé a entender que todos y cada uno de los apartados han sido trabajados, que merece la pena participar. Que si alguien se ha "currado" todos esos artículos es porque tiene la seguridad de que va a haber otra persona que los lea. Hay que tomarse muy en serio la revista o no se logrará sacarla adelante.
Las secciones que deberán de acompañar al primer número han de ser originales (títulos sugerentes, temas interesantes, etc), con artículos de media a larga longitud y bien acabados. Si los trabajos son muy cortos o están mal escritos (más faltas de ortografía de la cuenta o muy mala redacción) el lector tenderá, irremediablemente, a crearse una mala imagen de la persona que hay detrás y, por consiguiente, del fanzine en general. Tan importante es encontrar temas y artículos interesantes como escribirlos bien y de forma clara. De todas formas, a medida que se van haciendo números, la práctica hace que se perfeccione la redacción de uno mismo (suele ser habitual repasar artículos antiguos y actualizar su redacción).
Dos secciones que no se pueden dejar pasar por alto son la de editorial y la de colaboraciones. De la primera decir que es vital para configurar la personalidad del fanzine. Si no se crea un editorial, el fanzine perderá gran parte de su "magia". El apartado de colaboraciones es también muy importante. En él, hay que dejar los datos para que los lectores que quieran participar puedan ponerse en contacto con la dirección fácilmente. Aquí, hay que aprovechar y animarles para que ayuden a desarrollar el fanzine pero no hay que caer en la tentación de lanzar súplicas o dar a entender que sin ellos dejaremos de existir. Se deben dar muestras de confianza en uno mismo. Para la comunicación, hay que ofrecer las máximas facilidades, es decir, se ha de dejar una dirección de email y otra de correo convencional y por este orden de prioridad (el uso de correo electrónico es esencial).
La periodicidad de salida de un nuevo número.
Antes de sacar la edición número 1 hay que plantearse la periodicidad a seguir. Un fanzine editado cada mes puede convertirse en un trabajo muy complicado y que haga, a los máximos responsables (y a los colaboradores), demasiado esclavos del mismo. La mejor periodicidad es la bimestral porque ofrece un intervalo de tiempo bastante flexible, tanto para trabajar en los artículos como para pensar nuevas ideas con que sorprender en el próximo número.
Es muy importante cumplir con la periodicidad establecida. Si hubiera algún problema de retrasos hay que avisarlo correctamente mediante emails, cartas o algún mensaje en la web. Nunca hay que dejar que pase el tiempo y que los lectores desconozcan la situación.
Compromete al fanzine presentándole en sociedad.
El mejor apoyo para que un fanzine pueda seguir existiendo (incluso mejor que el que los lectores pueden ofrecer), es el de contar con el reconocimiento por parte de otros fanzines colegas, grupos del sector o instituciones conocidas. Cuando se lance el primer número, sería bueno que se estableciera comunicación con los directivos de algún otro fanzine para que sepan de nuestra existencia y nos puedan echar una mano. Posteriormente, esta ayuda puede permitir que se creen alianzas, actividades comunes, que se compartan artículos, etc. Repito, es muy importante contar con la ayuda y el reconocimiento del resto de fanzines compañeros.
Otro de los aspectos por los que esto resulta interesante es por el hecho de comprometer al fanzine. Al presentarse en sociedad, se crea una especie de compromiso de continuidad, es una pequeña dosis de presión que el equipo responsable se echa encima (no irás a quedar en ridículo delante de otros fanzines, ¿verdad?).
Hay que ser constante con el trabajo.
Por experiencia, la prueba de madurez de un fanzine se encuentra en los 5 o 6 números (si la periodicidad del mismo es bimestral). Hay que ser constante con el trabajo y tomarse muy en serio lo que uno está haciendo. Del mismo modo que animar a la gente que rodea la publicación a que participe en su construcción, para que aporte sus ideas, etc. Jamás hay que agobiarse con el fanzine. No hay que dejar que te esclavice pero quizá, no sea malo darle una prioridad muy alta al comienzo (incluso es útil valorarlo más de lo que realmente es). Es, en definitiva, un gran reto equiparable a cualquier otro desarrollo.
Un buen ritmo de trabajo, en una publicación de tipo bimestral, puede ser el que implica dedicarle una hora o dos al día (si el puesto es de coordinador general o de una sección importante). Puedes trabajar por la noche, o bien en los ratos libres (que seguro tendrás dispersos por todo el día), pero dedícale algo de tu tiempo o de lo contrario, se irá dejando de lado y poco a poco se perderá la ilusión. En general, somos muy entusiasmados al comienzo de un proyecto pero, al final, cuando de verdad hay que dar la cara, fallamos. Intenta que tú trabajo no caiga en saco roto porque, por muy bonito que se haga todo al comienzo, lo que cuenta es que el fanzine llegue a cumplir su objetivo (x números, un año de existencia, continuidad indefinida...).
No dejes que te desborde.
Uno de los problemas que pueden darse en un fanzine en alza ocurre cuando los máximos responsables no dan abasto; se ven desbordados por la participación de los lectores (el coordinador se encuentra con montones de cartas o emails con críticas, sugerencias, de gente que quiere apuntarse, etc). No hay que permitir que el fanzine te desborde. Hay que controlarlo siempre y para poder controlarlo hace falta algo básico; la organización.
En el momento que se note que la publicación empieza a crecer en número de lectores y, sobre todo, de colaboradores (si hay muchos colaboradores es que hay muchísimos más lectores), hay que tomar medidas urgentemente. Una buena idea para ir equilibrando el trabajo, es la de ofrecer, a los colaboradores más entusiastas, un puesto de responsabilidad (coordinación, administración, grafismo, maquetación, WebMaster, etc) de esta forma, se lograrán dos cosas. Por un lado, el trabajo quedará totalmente repartido y se ganará tanto en velocidad como en calidad. Y por otro lado, el director podrá trabajar sin ningún tipo de apuro, centrándose más en temas de coordinación general que de gestión interna (el creador del fanzine deja de tener que hacer de "súper máquina" capaz de enfrentarse el sólo a todos los problemas).
Otra de las buenas ideas es crear FAQ's de carácter externo e interno. En el externo, los lectores podrán conocer cuáles son los pasos a seguir para ingresar en fanzine, qué beneficios les aporta, cuales son las condiciones previas, las responsabilidades, etc. En el interno, se definirán las reglas que todo miembro activo del fanzine debe de seguir, instrucciones para poder entregar un trabajo, plazos máximos, direcciones de los coordinadores y del director, derechos de cada puesto, etc.
Este gran paso que debe de efectuar un fanzine en crecimiento es muy duro y no va a funcionar bien a la primera. Habrá que pasar unos dos números de adaptación. Pensad que se pasa de un sistema centralizado y supervisado por unos pocos, a otro repartido y trabajado por unos muchos. De no seguir un plan de organización, el creador o los escasos creadores del fanzine, pronto se verán hasta arriba de trabajo, serán incapaces de responder a todo el correo y se darán por vencidos.
Ya veis, al principio se sale en busca de ayuda pero luego, cuando se tiene en cantidades suficientes, hay que saber administrarla.
Uso de Internet como plataforma de trabajo.
La comunicación por Internet, entre los miembros de la revista, es algo imprescindible. El correo electrónico ha de ser utilizado masivamente. Los emails le sirven al director para coordinar más eficientemente la revista, para ponerse en contacto con los miembros de forma instantánea o para recibir los trabajos de éstos de inmediato.
Otro de los temas que resulta interesantes de la red son las listas. Las listas permiten que las personas que estén suscritos en ellas puedan escribir a una especie de foro común en la que los demás miembros leen sus mensajes. Son como las "news" pero a un nivel mucho más restringido. Si se crea una lista para los miembros en activo de la publicación, podremos mandar mensajes de interés general, crear "ambiente" de equipo, discutir entre todos sobre determinados aspectos, anunciar cómo van los preparativos para un nuevo número, cambiar información de forma global, archivos, documentos, etc. El establecer un sistema descentralizado implica el establecer también una lista de trabajo.
En definitiva, Internet es un aliado incuestionable para hacer que el fanzine se convierta en algo sólido y con perspectivas de futuro.
¿Vas a cobrar por leer el fanzine?.
No creo que cobrar dinero por la lectura de un fanzine, hecho por y para entusiastas, sea el mejor método de popularizarlo. No tiene sentido que algo que se hace con entusiasmo, por puro placer, porque te gusta, tenga que cobrarse a la gente. Esta decisión es crítica pues si decides realizar tú trabajo de forma altruista, por "amor al arte", no deberás de cobrar nada por todo el trabajo que, tanto tú, como el resto del equipo, hagáis. La decisión es muy importante.
Naturalmente, a eso de cobrar dinero, hay excepciones. Un fanzine impreso necesariamente tiene que estar ligado a un abono por parte de sus lectores, al igual que uno que sólo se pueda conseguir en soporte en disco (no exista una página web que le dé cobertura, o un servidor ftp que permita "bajarlo").
Hagas lo que hagas, recuerda que al pedir dinero se están adquiriendo unas responsabilidades excesivas, tanto de continuidad futura, como de calidad general en todos y cada uno de los números. Además, se está destruyendo uno de los máximos factores del éxito de la revista, el de la expansión. Tú decides (insisto, "lo mejor de la vida es gratis").
Implementación del fanzine.
A menos que pretendas realizar un fanzine como cobertura de un club o con importantes vistas de cara al futuro, no es aconsejable montarse todo el "tinglado" de realizar una publicación impresa pues será necesario cobrar dinero para costear los gastos mínimos, esto es, impresora, papel y distribución. Este camino necesita de grupos o asociaciones bien establecidas, con amplia experiencia y con mucho, mucho tiempo para hacer funcionar todo el proceso de forma estable.
Lo mejor es realizar el fanzine en formato electrónico y para ello, podemos trabajar directamente en lenguaje HTML, sabiendo que con cualquier visor actual de Internet (todos gratuitos) se podrá leer. La única desventaja que existe aquí es que deberemos de aprender el lenguaje HTML si bien, su facilidad y amplia oferta de herramientas de edición, hacen que se convierta en algo trivial. Por lo demás, el uso del HTML, reporta siempre ventajas. Otra de las posibilidades que hay es la utilizar algún programa de edición destinado para estos temas como es el NeoBook, por ejemplo. En mi opinión, herramientas como éstas son mucho menos beneficiosas que el uso del HTML pues el resultado final tiende a ocupar más espacio, hace falta comprar una licencia (hay que ser legales si quieres que la gente sea legal con lo que tú haces), es más incómoda su actualización y, además, no tiene la capacidad de expansión que el HTML (no olvidemos que podemos publicar sin ningún esfuerzo extra la revista en Internet si la hemos hecho en HTML).
Cuando el MS-DOS fue el rey de los Sistemas Operativos para PC, la proliferación de fanzines electrónicos fue muy alta. Estos siempre se caracterizaron por ir sobre visores exclusivos que el grupo, o la persona, que estaba detrás, se encargaba de programar. Así, se pudieron ver auténticas maravillas de visores bajo DOS. Con la llegada de Windows, esa "magia" que había antes a la hora de hacer un fanzine se ha ido perdiendo y es muy difícil encontrar programas visores exclusivos funcionando bajo Windows (el visor Off-Line de Macedonia es una maravillosa excepción). Lo que quiero decir es que, hasta que no se haya consolidado el fanzine (creándose un grupo más o menos estable de personas dispuestas a trabajar para él a un ritmo constante) no merece la pena invertir tiempo en la programación de un visor exclusivo. Hasta que llegue esa madurez, lo mejor es trabajar en las secciones de la revista, aprovecharse de las herramientas que hay en la actualidad (sobre todo del HTML) y de procurar hacer un buen contenido.
Establece un buen canal de distribución.
Uno de los aspectos que no se te deben de pasar por alto es el referente a la distribución del fanzine. Si no se va a realizar una publicación "On-Line" (en sitio web), se ha de facilitar, en todo lo posible, la expansión por vías alternativas. Tendremos que estudiar la posibilidad de dejar la revista en servidores Ftp, en páginas Web dedicadas a la descarga de Shareware y Freeware (o montarnos la nuestra utilizando servidores de carácter gratuito) o mandarlo a revistas que la publiquen en sus CD's de portada. A estas opciones hay que añadir la posibilidad de que los lectores puedan utilizar una dirección tradicional de correo con el fin de pedirlo por esa vía a la revista. Una buena idea es abrir un apartado de correos así, el que quiera, podrá escribir para solicitar un número determinado (y el director no tendrá que dar la dirección de su propia casa). Obviamente, aquí habrá que cobrar al lector el disquete y los costes del envío.
Algunas consideraciones finales.
Nadie nace aprendiendo. Como en todo, la creación, administración y dirección de un fanzine se ha de "ejercitar" con el transcurso del tiempo. No dudes en pedir consejos tanto a los lectores como a fanzines "colegas" para que puedas ir innovando en cada número. Al fin y al cabo, los fanzines se crean para que entusiastas puedan intercambiar opiniones y aprender los unos de los otros. Lee y estudia las fórmulas que se utilicen en otras publicaciones, sé original, pon secciones que sepas que van a interesar a los lectores, anima a todo el mundo a participar y, sobre todo, siéntete, y haz sentir, orgulloso de lo que estás haciendo. Piensa que todos los fanzines, revistas profesionales o publicaciones "On-Line" tuvieron que pasar por un número 1 tan duro como el de tu recién nacida revista.
No hay nada fácil, todo es tan difícil y maravillosamente complicado como tú y el equipo del fanzine en general, queráis. Y recuerda, "sólo vencen los que luchan".
ÚLTIMA REVISIÓN EN FEBRERO DE 1999
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