Macedonia Internet


Viviendo en la Red


Artículo realizado por
Gustavo Herrera





Mi amiga Jessica

Hace algo así como 15 años, en una plática que ofrecía el escritor mexicano oriundo de Chiapas, Eraclio Zepeda, nos evocaba la siguiente reflexión: " Dos siglos antes, los aventureros de corazón se hacían a la mar. Ahora, pienso que los conductores de camiones por grandes carreteras, de algún modo, tienen el corazón de esos aventureros." Y tal vez tenía razón. Solo que "Laco" como se le conoce de cariño a este singular cuentista, no conocía todavía, porque no existía, el internet. Un corazón aventurero, seguramente recorrería en la red parajes impensables y fantasiosos. Se detendría en una página para conocer la biografía de Mozart, aprendería versículos del Corán y jugaría damas chinas de un continente a otro.

La red es la acumulación de miles de ideas y conocimientos y nunca habrá, como tampoco hay navegantes en la mar, nadie que la explore del todo. Tal vez por ello, en mi corazón de navegante virtual en búsqueda de lo desconocido, desde hace algunos meses tengo la costumbre de dedicar un día de la semana, a dirigir mi sesión en Internet a los azarosos y siempre impredecibles senderos de la aventura. De alguna manera por ello, amigo lector, existen estas palabras que están ante ti.

Así conocí a Macedonia y su extraordinario equipo de colaboradores y así he conocido la expresión de muchísimas almas aventureras que esgrimen su espacio y beben de su copa a la salud de todos. Fue una tarde de búsqueda azarosa, en que en mi pantalla apareció la página de Jessica. Me gustó encontrar la expresión de un ser humano sensible y enigmático. Sencilla y tierna. Abierta a las ideas y mostrando una curiosidad hacia el fenómeno de la red. Apresurado dejé un comentario en su web y ella tuvo el detalle de contestar mi mensaje. Así inicié una intensa amistad virtual con un ser que "conozco sin conocer ". Y en ello, quisiera reflexionar un poco.

La dinámica de la vida moderna, nos ha obligado a mirar con desdén por muchas razones, el gran valor de los seres humanos que nos rodean. Están ahí, cerca de nosotros y a la vez tan distantes. Porque no son propicios en estas sociedades modernas los lazos espirituales. Podemos convivir muchos años con un compañero de oficina o de la escuela y apenas conocerle un poco. Pero por alguna extraña razón en la red son distintas las cosas. Así como Internet originó un renacimiento pleno del intercambio epistolar, así también nos ha hecho comprender que detrás de todo ordenador existe un ser humano con dudas, sentimientos y sueños, que nos permite compartir virtualmente ideas y vivencias. Experimentamos una nueva cercanía pese a estar separados por miles de kilómetros.

Así Jessica es para mí, un personaje cercano al cual nunca he visto y tal vez nunca vea, pero que de algún modo he mirado con los ojos del alma. Y por ello, quiero invitarles a conocer su página en la que leerán al gran Borges, quizá la observen en tiempo real en su webcam. Podrán dejarle un mensaje y tal vez, si eres un aventurero de la red, de esos que miran las estrellas y sonrien con el viento, podrás encontrar una amiga. JESS



ÚLTIMA REVISIÓN EN ABRIL DE 1999




MACEDONIA INTERNET
a
MACEDONIA Magazine