Introducción al PGP.
PGP es el sistema de criptología más difundido para proteger la confidencialidad de tus comunicaciones. Usando tu correo normalmente, tus mensajes están totalmente al descubierto para que potencialmente puedan ser ojeados por más personas que pueden intervenir en el recorrido de la información, como tu proveedor, por ejemplo. De hecho el correo e-mail equivale a mandar tarjetas postales en vez de hacerlo con sobre, por esta razón, es bastante conveniente acostumbrarse a usar un sistema como PGP que asegura la intimidad de las comunicaciones con bastante fiabilidad.
La historia de la creación y difusión del Pretty Good Privacy está llena de episodios curiosos y de presiones oficiales. En la actualidad es difícil saber si este sistema es inviolable del todo, pero lo que es seguro es que si lo es un porcentaje muy alto, hasta el punto que se puede asegurar que la duda sólo recae a nivel de agencias de seguridad gubernamentales.
Un falso inconveniente para el uso del PGP puede ser la familiarización con él. En realidad el uso es muy sencillo y se aconseja hacerlo desde el DOS, pero si la cosa estriba en que somos realmente patosillos para esto de los ordenadores, esto queda muy solventado por un buen surtido de programas que lo hacen correr bajo Windows, e incluso lo integran en populares programas de correo o news, como Eudora, Pegasus o Free Agent.
El sistema en sí es bastante simple: el PGP encripta cualquier mensaje o fichero mediante dos llaves personalizadas; una será de dominio público, y otra será sólo del usuario. Estas llaves son un trozo de información encriptada, una las cuales es adosada al final de tu mensaje, pegando ese trozo de información encriptada tal como si fuera una firma. Cualquier usuario al que mandes un mensaje encriptará su respuesta con esa llave que previamente tu le has suministrado, te lo mandará y luego tú y sólo tú serás capaz de descifrarlo por que eres el único que tiene la segunda llave. A su vez como ese usuario estará usando PGP, te suministrará con su 1ª respuesta su propia llave pública, y es entonces cuando se inicia ya la comunicación encriptada. Todas la llaves quedan almacenadas en una especie de listín que posibilita automatizar las operaciones. El PGP te reconoce la persona y su llave. Esto que es largo de explicar, són exactamente dos clicks de mouse si integras PGP en Eudora o en otros programas para Windows, o sea completamente automático.