Artículos de Opinión & Reportajes



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Artículo realizado por
Antonio Montesinos.







Mamá, en la escuela me dicen cyberpunky

no de los muchos defectos de nuestra sociedad, cada vez más unificada y global y, al mismo tiempo, dividida, parcelada, segmentada y etiquetada es, precisamente, esa tendencia injusta de poner nombre a todo. De poner títulos, a la primera, de cambio a cada conjunto social, tendencia, costumbre o forma de moverse. A la que te descuidas ya hay un listo que dice de ti que eres ciber-yo-que-sé, neo-esto o mega-lo-otro. Si bien es cierto que los tiempos cambian y con ellos surgen nuevas tendencias, eso no da pie a que se piense que una serie de individuos, por tener aparentemente ciertos aspectos en común, compartan una denominación inventada por el novelista de moda o el periodismo "de vanguardia" de nuestro país y que, seguramente, se copió del "New York Times" o de la novela que más vendió en USA la temporada pasada. Además, aquí nos los venden en versión original, sin subtítulos: cyberpunks, hackers, crackers y yo que sé que más palabros en guiri.

Según la prensa, el perfil del joven de hoy es algo conservador, comprometido con la naturaleza, apolítico, cibernético y alcohólico. Pues muy bien. No me lo creo. Yo soy joven y quizás me identifique con parte de eso, pero considero injusto ser metido en un mismo saco con una misma etiqueta para todos. Simplemente porque todos somos diferentes.

Tengo ordenador, estoy conectado a INTERNET y paso varias horas a la semana navegando por la RED. Es más, mi trabajo está muy relacionado con eso. Considero INTERNET uno de los inventos más útiles y provechosos de la modernidad para el individuo de a pie. Algunos días he pasado más de cinco horas delante del ordenador, mantengo en activo dos páginas WEB y colaboro en una tercera (esta), mantengo correspondencia electrónica habitual con gente de este y otros países, alguna vez he pasado bastantes horas diciendo chorreces en el chat, tengo en mi disco duro imágenes de tías en bolas y hay noches en las que sueño en HTML.

Pero no soy un antisocial, me gusta la poesía y la música de los más variados estilos, veo muy poco la tele, voy al cine a menudo, no tengo ni idea de lo que es un cyberpunk, considero que puedo mantener una conversación coherente sobre cualquier tema dentro de mis limitados conocimientos, me gusta dibujar, no cambiaría jamás una comida con mis amigos por una sesión de ordenador, me interesa la política tanto como el fútbol, leo la prensa semanalmente, viajo cuanto puedo, me gustan mucho las mujeres, mi dinero me lo gasto en copas, CD's, libros, revistas y ropa. Me he librado de la mili, abandoné la carrera de informática porque al empezarla tuve la suerte de encontrar trabajo y hoy el ordenador me da para vivir.

Este soy yo. Estos renglones, más un puñado de características más definen mi persona. Y al igual que yo, todos los de mi generación somos distintos, aunque algunos compartamos ciertas costumbres. La supuesta alienación de los jóvenes de hoy es en gran parte fruto de los que nos quieren crear así. Buenos, malos, feos, guapos, amigables, solitarios, conservadores, progresistas, simpáticos, aburridos... Como la vida misma: simplemente diferentes.







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