Artículo realizado por
Pablo Vázquez "Ramis"
En la boca del dragón
por Ken Follet
Esta es la última novela del Ken Follet, en la que narra la historia de la defensa de una comuna de hippies, amenazada por la construcción de una presa, lo que conlleva la inundación del valle donde se encuentra esta comuna.
La historia se centra en torno al "jefe" de la comuna, Priest; en su infancia fue un delincuente juvenil, pero con el paso de los años se fue reformando y terminó dentro de este grupo de viñadores (ya que los miembros de la comuna trabajan en unas viñas elaborando su propio vino que luego comercializan). Dentro de la comuna Priest tiene dos amantes: Star, que es la novia que ha conocido desde la juventud, y Melanie, una joven separada, guapa y mucho menor que él, que tiene un hijo que padece todo tipo de alergias, y que sólo se encuentra bien en el valle donde se ubica la comuna. Melanie, que está separada de uno de los más insignes sismólogos del estado de California, es la que aporta los conocimientos teóricos al plan de este grupo de hippies.
La novela arranca con el robo de un vibrador sísmico, aparato que sirve para, a través de las vibraciones que produce, dar a conocer la composición del suelo. Así comienza el plan que tiene Priest para salvar a la comuna: amenaza al gobernador de California diciéndole que si no se cancela la construcción de más centrales eléctricas en dicho estado, será capaz de producir terremotos.
A partir de recibir la amenza se llama al FBI para que se encargue de la investigación: concretamente para aclarar si dicha amenaza tiene fundamento, y si lo tiene descubrir a los terroristas y acabar la amenaza de este grupo. Como en todo organismo federal, se aprecia una serie de luchas internas dentro del FBI que están a punto de hacer fracasar la investigación. La agente especial que empieza y acaba la investigación, aunque en algún momento es apartada de ella y vuelve gracias a la intervención del gobernador, se llama Judy Maddox. Cuando empieza a investigar, se dedica a preguntar a los sismólogos de California si es posible que la mano humana produzca terremotos, y sólo va a recibir una respuesta afirmativa: la del marido de Melanie. A pesar de ello, desde instancias más altas en el FBI se asegura al gobernador que la amenaza carece de fundamento. Ante esto a Priest no le queda otro remedio que provocar un primer terremoto; se trata de un seismo muy pequeño. Al ser tan pequeño los sismólogos siguen sin creer que se produjera artificialmente y de nuevo desde la oficina del gobernador se anuncia la carencia de fundamento de dicha amenaza. Un nuevo terremoto, mucho más violento (y ya con víctimas mortales) que el anterior, da una nueva dimensión al problema y también da pie a una terrible persecución que tratará de acabar con los terroristas antes de que la presión a la que se ve sometida la oficina del gobernador haga aceptar la propuesta del grupo de Priest.
A través de este argumento, Ken Follet da una imagen particular de dos mundos bien diferenciados, y algunos sentidos contrapuestos: la visión de un agente del FBI y la de los habitantes de la comuna:
En cuanto a las gentes de Priest, destaca la particular visión de la vida a nivel de libertades (sexual, independencia, etc). Aún así es un grupo que renuncia a determinadas cosas que aporta la civilización en estos momentos como es la electricidad y determinados tipos de tejidos, entre otras cosas. Ellos creen que su método de vida es el más sano, aunque consuman marihuana, y como prueba de ello tienen el caso del hijo de Melanie, que es alérgico a varias cosas pero que nunca tuvo alergia dentro de la comuna. Además, todos los integrantes de la comuna están muy orgullosos de lo que tienen, ya que se han consolidado como una comunidad próspera, cuando en sus principios tenían que vivir con la idea de que si la cosecha de vino no era buena tendrían que dejar aquel lugar al año siguiente. Como comuna que es, se observan ciertas costumbres de estos sitios como el hecho de que todos cuidan de los hijos de todos y que las mujeres cocinan todas juntas. Pero lo que más llama la atención de estos personajes son sus ideales, y sobre todo los sexuales, de los que tenemos buena muestra con el triángulo Star - Priest - Melanie.
Por contraposición nos encontramos con el mundo "civilizado", competitivo y mucho menos humano del FBI. Aquí el autor nos muestra las tremendas trampas que existen en la vida laboral, las envidias de unos contra otros, la corrupción y el abuso de poder de los cargos más altos. Aparte, también muestra ciertos aspectos de superioridad de los agentes del FBI por el hecho de serlo: como ejemplo aparece un pasaje donde J. Maddox va a ver al sismólogo sin cita previa y este le dice que tiene que pedirla, que por ser del FBI no tiene derecho a saltarse las reglas establecidas (al final pide la cita y va a verle). Pero no todo es negativo dentro de este mundo; también se muestran aspectos positivos como el compañerismo y la confianza dentro de un grupo de trabajo, el sentido del deber pasando por encima de problemas de carácter más personal y laboral. Además, también podemos encontrar una muestra de lo que puede ser una investigación policial y cómo, a partir de detalles que parecen totalmente intrascendentes o incluso sin ningún tipo de lógica, se pueden obtener nuevas vías de investigación que den lugar a la resolución de algún caso.
Otro aspecto comparativo que lleva a cabo el autor es el de las relaciones amor - sexo y la diferencia de las dos filosofías de vida que llevan los personajes de la novela. Así, mientras el triángulo Star - Priest - Melanie cree en un amor libre, sin compromisos ni tabúes, e incluso sin fidelidad, la relación que tratan de establecer Judy Maddox y Michael, marido de Melanie y sismólogo, está más en consonancia con lo establecido en esta última parte del siglo XX, es decir, basada en la fidelidad y amor único.
Como en todas las novelas de Ken Follet, el lenguaje no es difícil y se hace muy ameno de leer ya que, aunque exista alguna descripción, bien sea de paisajes o de acciones, lo que priman son los diálogos.
Se trata de una novela ambientada completamente en la actualidad, ya que, además de estar fechada en esta época, hace menciones a fenómenos sociológicos de la actualidad como puede ser el actor Leonardo di Caprio o alguna marca de consola de videojuegos que ahora está de moda.
En definitiva, se trata de una novela muy entretenida y que aporta ciertas visiones interesantes acerca de dos mundos coetáneos pero distintos.
ÚLTIMA REVISIÓN EN ABRIL DE 1999