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Artículo realizado por
Pablo Vázquez "Ramis"
Nos encontramos ante un libro que se autoproclama como el más veraz de los retratos de la "Primera Cruzada Europea" para liberar Jerusalén de las manos de los turcos. Según cuenta el relato se trata de un diario de un duque francés que tomó parte en ella, y que lo legó a sus herederos, que por casualidades de la vida resultó ser el mismo autor.
Lo que más resalta del libro, más que la propia historia, la cual es bastante interesante y está redactada en un lenguaje muy crudo, es que está redactado en primera persona y con un alto contenido reflexivo. Es cierto que como diario relata los hechos más importantes que acaecieron en la Cruzada, pero lo más curioso es que van acompañados de una profunda reflexión personal. A través de esta historia se pueden apreciar los distintos estados de ánimo por los que pasa el protagonista y sus compañeros de la Cruzada: personalmente, se enrola en esta "sagrada" campaña a causa de los remordimientos por haber quitado la esposa a un amigo, al que poco después se le da por muerto; conoce personalmente al Papa y ve la decadencia que existe en la cúpula eclesial de la época lo cual le lleva a perder la fe en la institución eclesiástica pero no en Cristo.
Deja Roma y, en una escala del viaje, se enamora de una judía, lo que le crea dudas acerca de que religión es mejor, y si reglas impuestas a través de las costumbres (no relacionarse con gente de otras religiones) son correctas o no. Debido a que tiene que seguir el viaje se ve obligado a abandonarla para entrar en suelo turco, dónde observa la misma decadencia del poder en la cabeza del reino de Constantinopla. Aquí serán traicionados por los propios otomanos con los que habían llegado a un acuerdo de cooperación.
Avanzando hacia Jerusalén tiene lugar un cuasi-eterno sitio a Antioquía. Esta es una etapa muy curiosa ya que llegan aquí con muchos ánimos, después de pasar muchas penalidades, y según pasan los meses dicha moral cae en picado hasta tal abandono de las buenas costumbres que daban la impresión de morar en el propio infierno. Poco a poco van saliendo de la depresión y consiguen, por fin, entrar en Antioquía.
La avaricia que constantemente acompaña al alto mando de dicho ejército se acentúa de tal forma que da lugar a una división de las tropas que terminan enfrentándose entre ellas. A nivel personal, el duque se enamora de una turca, lo cual le vuelve a provocar todo tipo de dudas. Este amor es el verdadero y más puro de los que el protagonista vive a lo largo de su vida, ya que lo que descubre el protagonista no es la belleza "externa" de la judía sino la belleza interna de la mujer turca. De esta relación surge una nueva criatura, pero como la Cruzada tiene que seguir se ve obligado a abandonarlos.
En la última parte del viaje está a punto de abandonarlo todo por volver con ellos pero le convence su superior y queda hasta el final de la Cruzada que había emprendido, lo que lleva a perder la pista de su "nueva familia". Se pasará el resto de su vida buscándolos.
A través de todos estos hechos el protagonista se cuestiona múltiples aspectos acerca de lo que piensa: qué religión es mejor; si acaso de liberar Jerusalén tienen derecho a matar, violar y saquear por donde pasan; si pueden conquistar tierras exclusivamente para ellos; si el perdón papal de todos los pecados cometidos y que cometan a lo largo de su vida es algo racional y merecido; si no serán mejores los turcos que ellos; si su propia familia le aprecia y se acuerda de el; si la locura de ciertos "santos" que van en la expedición es locura o verdadera santidad, etc...
Analizando el libro a nivel de la "acción" tiene diferentes partes: la primera mitad es bastante movida ya que van cambiando rápidamente de un lugar a otro, con muchas pequeñas, anécdotas que lo hacen bastante ameno. El tercer cuarto, es el que corresponde al asalto de Antioquía que es la parte más soporífera pero tiene su atractivo a nivel de las reflexiones del protagonista. El último cuarto, centrado en su amor con la turca, es para mi la parte más bonita ya que, a pesar de todas las desgracias sufridas, sigue adelante con mucha más ilusión y con un sentido de la vida tangible (el amor por la turca), no como lo que le lleva a emprender la Cruzada (sus propios remordimientos).
A parte, corren historias paralelas a la suya como es la de su criado (historia muy curiosa) que termina de complementar el libro.
En cuanto a si es o no la verdadera historia de la primera Cruzada se deja a opinión del lector.
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