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Artículo realizado por
Miguel Angel Fernández "Raistlin".







J.R.R Tolkien (I): Vida y obra de un genio.

J.R.R Tolkien.

Que levanten la mano todos aquellos que no sepan quién es J.R.R. Tolkien. No veo manos levantadas y es lógico, ya que prácticamente todo el mundo conoce a este gran mago de las letras, que ha dado a nuestro siglo algunas de las joyas más destacadas de la literatura en general y del género épico y fantástico en particular.

Si embargo seguro que casi nadie sabe el significado de las tres iniciales de su nombre, así como otros detalles de la vida y la obra de este hombre casi oscurecido por el éxito de su obra más relevante: El Señor de los Anillos. En este artículo y otros que están por venir voy a tratar de acercar un poco más a todos vosotros algunos de estos detalles, así como mis reflexiones personales sobre lo que he podido leer de su obra.

John Ronald Reuel Tolkien nació el 3 de enero de 1892 en Bloemfontein, capital del Estado Libre de Orange (Africa del Sur). Tres años más tarde su madre, Mabel, se lo lleva de regreso a Birmingham, Inglaterra, con su hermano de un año, mientras que su padre, Arthur Tolkien, debe permanecer en Suráfrica. No pudo disfrutar por mucho tiempo de la compañía de su madre, que murió a temprana edad víctima de una diabetes en 1904. Poco después comienza sus estudios de lengua y literatura inglesa en Oxford, para obtener la licenciatura con honores en 1915. La pasión por la lingüística había nacido en él muy pronto, y ya a los 8 años se entretenía inventando lenguas, hecho este que deja una gran huella en toda su producción literaria que, entre otras muchas virtudes, cuenta con la de una impresionante riqueza creativa en este aspecto.

Portada del Silmarillon

También el amor y la guerra marcaron la vida de Ronald. Sin apenas tiempo para disfrutar de su recién estrenado matrimonio con Edith Bratt, su novia de la infancia, debe marchar a la guerra en Francia en 1916. Y es que la Primera Guerra Mundial había estallado hacía ya un par de años y no perdonaba ni a los genios. Fue herido en combate y regresa a Inglaterra, donde empieza a escribir El Silmarillion durante la convalecencia.

Finalizada la guerra comienza a colaborar en el New English Dictionary, además de trabajar como profesor de universidad, catedrático, filólogo y conferenciante. Su carrera profesional fue una sucesión de éxitos y honores, solamente superados por la brillantez de sus creaciones literarias, por las que ha sido mundialmente conocido. La más importante de ellas fue, por supuesto, El Señor de los Anillos, publicado en tres volúmenes entre los años 1954 y 1955. Sin embargo, en todos estos años también tuvo tiempo para la familia; tuvo cuatro hijos: John, Michael, Christopher y la más pequeña, Priscila. Chistopher, el más joven de los varones, es el más conocido ya que fue él quien se encargo de recopilar y publicar a título póstumo algunas de las obras de su padre, incluido El Silmarillion, el primero que empezó a escribir y que no llegó a ver publicado en vida.

Después de una vida plena, a la edad de 81 años, muere Sir John Ronald Reuel Tolkien el 2 de septiembre de 1973. Apenas un año antes había recibido la Cruz del Imperio Británico de manos de la reina.

La obra tolkeniana es tan rica, amplia y
soberbia que ha
inspirado a muchos de los mejores
artistas del planeta

Muchos se preguntarán qué tiene la obra de Tolkien para haber cosechado un éxito tan arrollador y haber creado escuela de una forma casi sin precedentes. En la modesta opinión de este aficionado, muchos son los factores que convergen para producir dicho resultado. En primer lugar, y como ya he comentado, los textos de Tolkien destilan un talento filológico sin igual, creando de la nada varios lenguajes con los que puebla de hermosos nombres todo ese mundo de fantasía. Nombres que despiertan la imaginación del lector que no puede evitar el deseo de conocer los lugares y personajes narrados. Quién no ha imaginado alguna vez a la hermosa reina élfica Galadriel paseando por los bosques de Lothlórien, y quién no se ha estremecido ante la historia de amor entre Beren y Lúthien que incluso venció las barreras de la muerte. El amor por los detalles más pequeños es algo que también está presente en toda su creación, de forma que no se limita a relatar una historia, sino que va más allá, creando todo un mundo en el que no se olvidan los aspectos sociológicos e históricos que lo hacen tan creíble. Por último, su prosa fácil y su capacidad para tejer un argumento atrayente hace que sus libros prácticamente se devoren más que leerse.

El mundo imaginario que su creación literaria trajo a la vida ha sido la inspiración de muchos otros autores que, con mayor o menor talento revivieron el género épico y le dieron una dimensión hasta entonces desconocida. Algunos de los más conocidos son Magaret Weiss y Tracy Hickman, creadores de la famosa y extensa saga de la Dragonlance, Ursula K. Le Guin, autora de Los Libros de Terramar a principios de los 70, o Michael John Moorcock con su ciclo del Campeón Eterno, enmarcado en su serie del Multiverso.

Aunque su obra más conocida por todos es El Señor de los Anillos, esta no es sino la brillante punta de un iceberg de creatividad. Otros de los títulos más universalmente leídos y admirados por los aficionados son:

  • El Hobbit (1937)
  • Egidio, el Granjero de Ham (1949)
  • Las Aventuras de Tom Bombadil (1962)
  • El Herrero de Wootton Mayor (1967)
  • El Simarillion (1977)
  • Cuentos Inconclusos de Númenor y la Tierra Media (1980)

Si bien este es el orden de publicación de la obra, no siempre el orden cronológico se corresponde con el de los acontecimientos narrados. En particular, El Silmarillion resulta ser el marco en el que se encuadra el resto de su mundo, relatando los hechos acaecidos desde la misma creación de Arda por Eru, el Unico, posteriormente llamado Ilúvatar en la lengua de los elfos. Desde la primera línea, la prosa nos atrae irremisiblemente... perdón, ya me estaba dejando llevar y esto será motivo de un próximo artículo.

No se me ocurre mejor forma de despedir esta pequeña contribución a la memoria de Tolkien que con algunas de las frases más conocidas de su obra. Un suspenso para el que no sea capaz de identificarlas.

"Tres Anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo.

Siete para los Señores Enanos en palacios de piedra.

Nueve para los Hombres Mortales condenados a morir.

Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono oscuro

en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras.

Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos,

un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas

en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras."






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