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Artículo realizado por
Miguel Angel Fernández "Raistlin".
Habíamos dejado al pobre Bilbo inconsciente y solo en medio de un oscuro túnel. Cuando despertó no estaba precisamente lleno de optimismo por su situación pero eso era porque no sabía que un gran hallazgo estaba a punto de cambiar el rumbo de los acontecimientos. Mientras aún se debatía a gatas por incorporarse encontró un pequeño anillo de metal en el suelo y se lo guardó en uno de sus bolsillos. Era, por supuesto, el Anillo Regente creado por Sauron y que contaba con gran parte de su poder.
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En su deambular a oscuras, Bilbo pronto llegó a un lago subterráneo donde tuvo un extraño encuentro con Gollum, una desgraciada criatura que, "esclavizada" por el poder del anillo —del que había sido el anterior propietario—, se había recluido en tan solitario lugar. Con Gollum disputó Bilbo una muy particular competición de adivinanzas con su vida en juego y de la que salió vencedor. Pero Gollum quería recuperar su anillo y, sospechando que el hobbit lo tenía, intentó asesinarlo. Por fortuna Bilbo hizo uso del anillo y, al volverse invisible pudo escapar de las iras de la criatura y seguirla hasta la salida.
Gollum es un personaje ciertamente peculiar y que tendrá un papel fundamental en la historia que se desarrolla en "El Señor de los Anillos". Tiene unos enormes ojos en una cabeza también desproporcionada con respecto al cuerpo, miembros delgados y garras casi prensiles. Sin embargo se intuye que, en principio, Gollum era un hobbit al que el poder del anillo corrompió no solo espiritualmente sino también en lo físico, hasta llevarle a su desgraciada y solitaria existencia bajo la montaña. Su mayor peculiaridad es su voz sibilante y estridente. Tolkien hace uso, como en él es habitual, de tretas lingüísticas para poner esta característica de manifiesto de forma magistral. Es una pena que también estos detalles se hayan perdido, al menos en parte, en la traducción. El ejemplo más tangible es el doble plural que emplea en palabras como "bolsillos", "manos", "huevos" o "goblins" que aparecen en varias ocasiones como "pocketses", "handses", "eggses" y "goblinses" reforzando la sensación de siseo de su voz, como en este pasaje:
"We guesses, precious, only guesses. We can't know till we find the nassty creature and squeezes it. But it doesn't know what the present can do, does it? It'll just keep it in its pocketses. […] The goblinses will catch it then."
Como acabo de relatar Bilbo consiguió, gracias al anillo, escapar no sólo de Gollum sino también de los goblins. Al poco encontró a sus amigos y les dio un buen susto gracias a su invisibilidad, aunque del anillo no les dijo nada por el momento. Pero no fue este el final de sus problemas, ni mucho menos. Pronto fueron cercados en el bosque por una manada de lobos salvajes —wargos para ser más exactos—. Estos lobos eran aliados de los goblins y parecía que habían salido de un gran problema para caer en otro aún peor.
En su ayuda acudió el Señor de las Aguilas con varios de sus congéneres. Tomándolos con sus garras remontaron el vuelo poniéndolos a salvo en el último momento, ya que los goblins habían prendido fuego a los árboles en los que se habían refugiado huyendo de los wargos. Siguieron camino hasta los dominios de Beorn, un personaje bastante peculiar con la habilidad de transformarse en un enorme oso, de quien recibieron ayuda tras relatarle los avatares de su viaje.
Tras reponerse durante unos días los aventureros emprenden camino hacia el Bosque Negro, el cual tendrán que cruzar si quieren llegar a su destino. El peligro que este bosque encierra no es un aliciente para ellos sobre todo si tenemos en cuenta que el mago Gandalf les abandona temporalmente para "atender otros asuntos urgentes". Muchas aventuras corrieron en este bosque, en las cuales Bilbo nuevamente vino a demostrar sus recursos en los momentos más desesperados. De todas ellas la más peligrosa fue la lucha con las enormes arañas que habitaban el bosque.
Aquí voy a hacer otro pequeño inciso para comentar un nuevo detalle de tema lingüístico. El nombre original en inglés del Bosque Negro es "Mirkwood". Si buscamos en el diccionario la palabra "mirk" o "murk" encontramos que su significado es "oscuridad" o "lobreguez". Se me ocurre que si Tolkien hubiese querido llamarlo el Bosque Negro habría empleado la palabra "Blackwood" en lugar de "Mirkwood". Qué duda cabe que resulta mucho más inquietante y sugerente esta segunda elección respecto a la primera, gracias al uso de un vocablo de uso mucho menos corriente. Siguiendo esa idea de Tolkien me inclino por una traducción diferente y el propio diccionario, en su segunda acepción, viene en mi ayuda con una palabra cargada de esa evocación a la que vengo aludiendo en más de una ocasión: el Bosque Lóbrego.
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Del Bosque Negro no salieron de forma fácil ya que, de las arañas, fueron a parar a manos de los elfos del bosque, que los retuvieron como prisioneros por entrar en sus dominios sin previo aviso. Nuevamente el ingenio de Bilbo, ayudado por los poderes de su anillo, vino a salvar la situación. Roba a uno de los guardias las llaves de las celdas de sus amigos y escapan escondidos en unos barriles que los elfos mandaban regularmente río abajo como forma de comercio con los humanos de la Ciudad del Lago.
Los pobres enanos acabaron un poco mojados en el mejor de los casos —y casi ahogados en el peor—, pero todos vivos y a salvo. Fueron calurosamente recibidos en la Ciudad del Lago cuando Thorin Oakenshield… perdón, Thorin Escudo de Roble se presentó ante el gobernador de la ciudad como Thorin, hijo de Thrain, hijo de Thror Rey bajo la Montaña que regresaba a sus dominios. La noticia de su llegada pronto corrió de boca en boca entre los habitantes de la ciudad que recordaron viejas canciones que anunciaban su llegada. A continuación reproduzco una estrofa original:
"The King beneath the mountains,
The king of carven stone,
The lord of silver fountains,
Shall come into his own!"
No debe engañarnos, no obstante, esta acogida ya que muy feliz quedó el gobernador cuando, pocos días después, continuaron camino hacia la Montaña Solitaria. Su presencia en Ciudad del Lago estaba perjudicando sus negocios y su relación con el Rey de los Elfos del Bosque.
Río arriba fueron los enanos y el hobbit hasta las desoladas estribaciones de la Montaña Solitaria. Muchos días de búsqueda fueron necesarios pero finalmente encontraron la puerta secreta o, al menos, en lugar donde suponían que ésta se encontraba ya que de la puerta no había ni rastro. Hasta que un día, con el último rayo de sol en la última luna de otoño, tal como decía el mapa, un enorme y viejo zorzal golpeó la roca con el pico y el ojo de la cerradura quedó al descubierto. La llave que Thorin portaba en una cadena alrededor de su cuello funcionó a la perfección y la puerta se abrió para ellos.
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De las aventuras que el pobre hobbit tuvo que afrontar, penetrando por el oscuro túnel hasta la guarida del dragón Smaug, nada puedo decir pues no hay palabras que describan con justicia la valentía que Bilbo demostró en tan peligroso trance. Lo cierto es que el tesoro de los enanos estaba allí y era de una magnificencia tal que la mente no llegaba a abarcarlo, pero su nuevo dueño no estaba ni mucho menos dispuesto a cederlo fácilmente.
De la conversación que hobbit y dragón mantuvieron poco queda escrito, salvo lo que el propio Bilbo pudo recordar después y relató a sus camaradas. Pero engañar a un dragón no es tarea sencilla, ni siquiera para alguien de los recursos de Bilbo Bolsón, de Bolsón Cerrado bajo la Colina. La furia de Smaug no tiene parangón con nada que podáis imaginar y, como resultado, los compañeros quedaron atrapados en el interior de la montaña, sin muchas esperanzas de escapar. Tenían un inmenso tesoro a su alcance pero, ¿de qué les serviría si no podían salir de allí?
El desenlace de esta aventura no lo voy a desvelar aquí, ya que arruinaría toda la diversión a quien esté leyendo este artículo y aún no sepa como acabó todo. Si los compañeros pudieron escapar o no y qué fue del dragón Smaug no lo sabréis sin leer el libro por vosotros mismos, aunque seguro que podéis imaginarlo si hacéis un pequeño esfuerzo. Pero una cosa sí es cierta y es que Bilbo Bolsón salió con bien del trance puesto que sabemos que disfrutó de una larga vida por los relatos posteriores, de los cuales el más importante es el que se cuenta en "El Señor de los Anillos". Pero si Thorin Escudo de Roble volvió a ocupar el trono bajo la montaña, si Gandalf volvió a aparecer en el momento más propicio, si Bofur, Bifur o Bombur, Oin o Gloin, Dwalin o Balin, Fili o Kili o cualquiera de los otros enanos tuvo algún papel destacado en lo que resta de relato, … todo eso no saldrá de mis labios.
¿Qué más se puede decir de un libro tan especial, tan único como El Hobbit? A los niños les encantará, a sus padres les gustará aún más leérselo, a los amantes del género les enamorará y a los indiferentes solamente les recomendaría… ¡leedlo! A pocas personas conozco que no les haya gustado este libro y su principal queja es que se aburrían de tanto enanito caminando por el bosque… ¡qué se le va a hacer! Está claro que incluso una joya literaria como esta no siempre gustará a todo el mundo pero sí a la gran mayoría. Es todo un compendio de aventura, amistad, simpatía, … Muchas veces os encontraréis riendo a carcajada limpia ante el relato de lo que está sucediendo.
Quiero finalizar con las palabras del propio Tolkien, procedentes de una carta escrita en 1951 en la que resume el tema central del hobbit desde su punto de vista. ¿Quién mejor que el propio autor para resumir su obra?
"[El Hobbit] es en realidad el estudio de un hombre del todo corriente que no es artista, ni noble, ni heroico (aunque en él lleva dormida la semilla de esas cualidades) en un marco grandioso; y de hecho (como lo observó un crítico) el tono y el estilo cambian con el desarrollo del hobbit, pasando del cuento de hadas a la nobleza y la elevación, para recaer otra vez luego del regreso."
Fuente:
"The Hobbit" – Ballantine Books, 1982
"El Hobbit Anotado" – Ediciones Minotauro, 1990 (Anotado por Douglas A. Anderson)
Imágenes:
Rolozo Tolkien – http://godzilla.eecs.berkeley.edu/rolozo/
"El Hobbit Anotado" – Ediciones Minotauro, 1990 (Anotado por Douglas A. Anderson)
[Volvamos a la primera hoja …]
ÚLTIMA REVISIÓN EN JUNIO DE 1999
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