Resumen del tomo 2. Capítulo 4.
Miki no puede dormir, pensando
en lo ocurrido con Arimi y Ginta. Y no es de extrañar... En el instituto,
Ginta ha traído la fotografía de Rokutanda rapado, y comenta
que Arimi le dijo que le queda muy bien...
Yuu y Miki le miran, y él
intenta explicarse con Miki. Sólo quedaron para ir al cine, no fue
nada... Pero ella, tajante, le dice que no tiene que darle explicaciones,
que es libre de hacer lo que quiera, y se va. Pero en el fondo, está
muy preocupada.
Hablando con Meiko, reconoce
que es Yuu quien le gusta más ahora mismo... pero que, aún
así, le molesta lo que haga Ginta, con lo que se queda igual, los
dos le gustan y punto. Pero Meiko no puede hablar más, se ha “acordado
de algo” mirando por la ventana...
Sale y llama a Natchan. Le
pide si le puede acompañar a casa, argumentando que no pasa nada
por que profesor y alumna vuelvan a casa juntos, siempre que no le coja
del brazo... Natchan dice que han de esperar a la graduación, dos
añitos de nada...
Arimi y Ginta han quedado.
Él le dice que le gusta Miki, así que no puede hacer nada
con ella. Pero ella le dice que en ningún momento le ha dicho que
él le gustara... Ginta se sorprende.
Le explica que lo que quiere
es poner celosa a Miki. Sabe que Yuu nunca se pondría celoso, pero
aún así, tampoco le iría mal quitarse una rival de
encima. Ginta cree que funcionará, después de ver la reacción
de Miki tras saber que habían ido al cine, así que acepta.
En los entrenamientos del
club de tenis, Arimi se presenta. Le ha traído una merienda a Ginta...
Miki se los queda mirando, y no se aguanta de pie... Y cómo no,
sus compañeras hablan sobre el asunto. Entonces, Arimi quiere hacer
algo más ya que está ahí... le dice a Ginta que ponga
la mano en la reja... y ella se la coge. Eso ha sido la gota que ha colmado
el vaso para Miki. Está celosa a más no poder, pero de vuelta
a casa está muy preocupada, cree que ya no le importa a Ginta...
En la cena, las madres (los
padres aún trabajan) comentan a Miki y a Yuu que no hagan planes
para mañana, que vayan directos a casa... han recibido el certificado
de que ya pueden casarse (tenían que pasar seis meses por cuestiones
de la ley japonesa), y que el intercambio de parejas está a punto
de realizarse oficialmente.
Ya está. Es oficial.
Están casados. Pero Miki dice que tiene algo que hacer, no puede
ir al restaurante a celebrarlo. Se queda pensativa sentada en un parque...
Llega Yuu, que la ha seguido.
Le pregunta si sigue sin hacerle gracia el intercambio... Miki dice que
eso le da igual, sólo le impresiona que, legalmente, su madre ya
no será su madre, sino que lo será la de Yuu. Los dos se
quedan sentados sin decir nada. Más tarde, van a comer a un restaurante
más sencillito, y Miki se alegra de que Yuu se preocupe tanto por
ella.
Bueno, la última sorpresa
del tomo 2: ¿qué es lo que se hace cuando te has casado?
¡Irse de Luna de Miel! Y a estos extraños padres no se les
ocurre otra cosa que seguir la tradición (para una cosa que hacen
bien...).
¡Pero el caso es que
no se les ocurre otra cosa que ir de nuevo a Hawaii! ¡Hawaii, donde
habían decidido el intercambio!
Yuu y Miki se quedan solos
en casa...
(NOTA: en este segundo tomo
no hay un quinto capítulo, en su lugar hay unas páginas de
la autora dedicadas al tenis, que no tienen nada que ver con la história)
ÚLTIMA
REVISIÓN EN JULIO
DE 1999