Yuu es invitado a someterse a una entrevista del canal privado del colegio. El resto de los alumnos mira el programa desde el comedor.

Y llega la inevitable pregunta: <<¿quién es esa chica con la que vienes al colegio por la mañana?>>. Miki casi se muere al oirlo.

Yuu habla como si cualquier cosa sobre ella. Dice que, simplemente, viven juntos. Todo el colegio se escandaliza. La gente cree que... son pareja.

Miki irrumpe en la sala desde donde se está emitiendo la entrevista. ¡Cuidado, que nadie se ponga en su paso! Muy enfadada y avergonzada, intenta explicar como puede la situación, evitando cualquier indicio de la locura que sus padres han llevado a cabo. El entrevistador no se corta un pelo a la hora de ironizar todo lo que Miki dice y hacerla rabiar...

Después de un combate en entre reportero y avergonzada que ésta última gana a fuerza de puño, Yuu y Miki vuelven al comedor, con el primero pasándole por la cara la vergüenza que le ha hecho pasar. Se encuentran con su profesor, Namura (aunque sus alumnos lo llaman Nat-chan). Miki le pide “amablemente” que guarde el secreto sobre el horripilante plan de sus progenitores. Namura, único profesor enterado del asunto, asiente.

Miki, por fin un poco aliviada, empieza posiblemente la primera conversación decente con Yuu, en la que ambos se tratan, posiblemente también por primera vez, con respeto, aunque sólo dura unos segundos: Yuu le dice que en su anterior colegio estuvo en el club de tenis... Miki le obliga literalmente a no ingresar, aunque él dice que no está interesado. Miki piensa que si no tiene tiempo, ¿a qué lo dedicará?

Por la ventana ven el edificio de la biblioteca. Miki le explica a Yuu que ahí nunca va nadie, porque está lleno de libros antiguos. Entonces a Yuu le cogen unas prisas tremendas y se larga dejando a Miki con la palabra en la boca. Llega a la biblioteca y piensa que ha tenido suerte de encontrar un lugar como ese.

Es clase de educación física. Los chicos juegan a baloncesto mientras las chicas esperan su turno. Todas (incluida Miki) se quedan maravilladas de lo bien que juega Yuu, y Ginta siente unos celos terribles de que Miki se fije en él (¿por qué será...?).

Entonces Miki recuerda cuando estuvo a punto de salir con Ginta.

Era hacía unos años. Ginta y ella se llevaban de maravilla, todo el mundo pensaba que acabarían saliendo pues su amistad no podía acabar de otra forma. Meiko insiste en que, ya que Ginta no parece dispuesto a hacer nada, ha de ser ella la que se declare. Finalmente, ella accede y le da una carta.

Más tarde, después de leer la carta, Ginta habla con sus amigos sobre ello, pero dice que Miki no le interesa,. Es sólo una chica más. Lo que no podía imaginarse es que ella lo estaba escuchando tras la puerta... Estuvieron dos años sin hablarse, pero un día, como si nada, volvieron a hablar como antes lo hacían, y poco a poco recobraron su amistad. Pero ya lejos quedaba la época en que podían haber salido juntos.

Miki, que estaba en las nubes recordando aquella desgraciada historia, no puede evitar recibir un pelotazo en la cabeza y quedarse atontada en el suelo.

Está recuperándose en la enfermería del colegio. Llega Yuu, pero ella se hace la dormida pues no quiere hablar con él. Entonces, él se la queda mirando, y... pasa lo que pasa. Se besan, pero Miki no estaba dormida...
 

ÚLTIMA REVISIÓN EN ABRIL DE 1999